Partido inusual que ha tenido que ser jugado bajo el sol y que hemos tenido que trasladar el banquillo al fondo de la pista ya que era el único lugar con sombra. Además, hay que sumarle que debido a las fechas en las que estamos, la gran cofradía del colegio nos ha amenizado el partido con típicos sonidos de semana santa. Imposible hablar en juego, imposible hablar en banquillo. Por tanto ha sido un partido diferente, donde no hemos podido corregir ni dirigir a las jugadoras. Sin embargo, queremos agradecer las ganas que han puesto por jugar cuando la mayoría han acabado con grandes dolores de cabeza y apenas había opción de cambios.
Por la parte del juego, nos sigue costando mucho el rebote, ya que si lo cogemos es un poco por suerte. Se van viendo pases colaborando en equipo, pero no sacamos la suficiente ventaja.